Vampiro

Oh!, cruel suspiro de la noche eterna,
ven a mis brazos mi dulce doncella,
llena mi alma de caricias lúgubres,
dame el elixir de tus emociones,
doncella lúbrica, ven a mi,
desata tus cadenas,
postraros ante mi,
tu sangre que bebí,
me duele en agonía su partir,
por mi garganta caminar,
a mis sueños desollar,
Oh! sonido cruel de la noche eterna,
a tus oraciones, lloro a ti,
se mi pecado y mi virtud,
se mi alma y se mi demonio,
se mi cuerpo, se su ardor,
la sangre del ruiseñor,
se vierte en tu interior,
besa, amada mía, besa a mi corazón,
llévame a tu reino, llevadme a tu altar,
y en tus brazos al fin descansar,
el bebedor en tu cuello reposará,
de tus fluidos se alimentará,
hasta que la luna logre menguar.

— Azrael A. Palma

Deja un comentario